lunes, 2 de diciembre de 2013

NOS CUESTA CREER


(Mt 8,5-11)

No cabe ninguna duda, nos cuesta creer. Y hasta exigimos pruebas y testimonios para creer. Muchos de los que nos hemos separado o apartado de la Iglesia ha sido por malos testimonios de otros. O simplemente porque no vemos pruebas que nos convenzan. Necesitamos razones y testimonios para creer.

Supongo que Jesús quedó admirado de aquel centurión porque creyó hasta el punto de que no hacía falta que Jesús se moviera de lugar para curarlo. Si él, un simple centurión, tenía poder para mandar una u otra cosa a sus soldados, Jesús, Señor de la Vida y la muerte, podía sanar con solo quererlo.

Hace falta mucha fe. Diría la fe de los niños para creer así. Por eso, mientras no nos hagamos pequeños y seamos sencillos y confiados como los niños, difícilmente nuestra fe crecerá y aumentara. Y eso es lo que le pido hoy al Señor: "Danos Señor una fe como la de aquel centurión que no exija pruebas ni testimonios, sólo con tu Palabra basta.