miércoles, 20 de abril de 2022

EL SEÑOR CAMINA CON NOSOTROS, Y EN LAS ESCRITURAS LE ENCONTRAMOS Y ESCUCHAMOS

Lc 24,13-35
También nosotros hemos recorrido el camino de Emaús. Lo hacemos cada vez que emprendemos el regreso a nuestra rutina diaria dejando al Señor a nuestra espalda. En muchas ocasiones hemos dejado el encuentro con el Señor en las Escrituras y, sobre todo, en la Eucaristía, para regresar a nuestro mundo de proyectos e ideas según nuestras satisfacciones y pasiones. Hemos buscado nuestro camino en ese Emaús de cada día que es nuestro propio yo sin tener en cuenta al Señor. Hemos dejado, sino de manera firme, el creer en su Resurrección, y hemos regresado a nuestro vivir, sin contar con Él, de cada día. Sí, definitivamente, nosotros también conocemos el camino de regreso a Emaús.

Caminar con el Señor es dejar que se acerque a nosotros y, atentos, disponernos a escuchar su Palabra. Y eso lo hacemos cuando recurrimos a las Escrituras, las meditamos y reflexionamos y tratamos de hacerlas vidas en nuestras vidas. Si, regresar de Emaús e ir al encuentro con los hermanos, significa, primero, habernos encontrado con el Señor en las Escrituras, fortalecernos en la oración y, sobre todo, en la Eucaristía, alimento espiritual de nuestro cuerpo y alma. Es darnos cuenta de que Jesús camina con nosotros y lo experimentamos en las Escrituras y, de manera especial, en la Eucaristía. Es tomar conciencia de que Jesús vive en nuestro vivir de cada día y se nos manifiesta en las Escrituras – Palabra de Dios – y se nos hace presente espiritualmente en la Eucaristía. Sí, regresemos de Emaús y vayamos a la comunidad a celebrar y anunciar que Jesús ha Resucitado.