lunes, 14 de agosto de 2023

AHORA, EN LA ÉPOCA DE NUESTRAS RESPONSABILIDADES FISCALES

Es notorio que hay muchas injusticias y, en consecuencia, muchos impuestos que quizás no son justos, o peor, incluso son mal distribuidos y aplicados al bien de los ciudadanos. Frecuentemente nos quejamos de tantas cargas fiscales e impuestos. Esta pasaje evangélico de la vida de Jesús nos habla de esos impuestos que también existían en su época. Tributos que, justos o injustos, los ciudadanos de su época tenían que saldar obligatoriamente.

Jesús plantea ese problema al conversar con Pedro: (Mt 17,22-27): En aquel tiempo, yendo un día juntos por Galilea, Jesús dijo a sus discípulos: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le matarán, y al tercer día resucitará». Y se entristecieron mucho.

Cuando entraron en Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban el didracma y le dijeron: «¿No paga vuestro Maestro el didracma?». Dice él: «Sí». Y cuando llegó a casa, se anticipó Jesús a decirle: «¿Qué te parece, Simón?; los reyes de la tierra, ¿de quién cobran tasas o tributo, de …

Hoy, parece que fue ayer lo sucedido en tiempo de Jesús, tenemos la misma situación: Viendo los dispendios y disparate cómo y dónde se gasta el dinero nuestros políticos, ¿es lícito pagar los ingentes impuestos con los que nos cargan nuestros gobernantes? Posiblemente Jesús nos ha señalado el camino a actuar, pero quizás eso no elude el que dentro de lo legislado y constitucional hagamos las advertencias que creemos lícitas y justas.

Eso sí, pidamos siempre luz al Espíritu Santo para que nuestra manera de actuar sea siempre cumplidora, obediente, legal y dentro de lo legalmente estipulado.Y levantemos nuestra mirada para sostener en nuestros corazones que Jesús Resucitó, tal como dijo, al tercer día. Eso da sentido y compromiso a todo lo demás.