martes, 22 de abril de 2025

HE VISTO AL SEÑOR Y HA DICHO ESTO

María encuentra el sepulcro abierto y no está el Señor. Llora desconsolada pensando que se lo han llevado. Posiblemente, a nosotros hoy nos puede pasar lo mismo. No creemos que el Señor esté vivo y pensamos, más que se lo han llevado que su resurrección es un cuento que algunos han preparado para provecho propio.

Realmente, con la mano en el corazón, ¿tiene esto sentido? ¿Alguien puede sacar provecho de defender esto y propagar que lo de la resurrección es un cuento? Posiblemente, la respuesta a este bulo que muchos defienden y exponen, se esconde en ellos mismo: la negativa a creer y convertirse, porque eso exige una conversión del camino y del regreso a la verdad, a esa vida nueva donde el signo fundamental es el amor y la misericordia.

Y eso realmente cuesta, exige despojo y liberarse de todo aquello que nos aprisiona, nos somete y nos esclaviza. Convertirse es darle la vuelta a nuestro corazón, y donde antes decía egoísmo, ahora hay que poner generosidad; y donde antes decía mentira, ahora hay que poner verdad; y donde antes decía soberbia, ahora hay que poner humildad y mansedumbre; y donde antes …

Jesús es nuestro hermano mayor y nos precede  en el camino hacia el Padre. Esa es nuestra única meta y el Camino, la Verdad y la Vida que debemos seguir.