martes, 27 de noviembre de 2018

EN ESPÍRITU Y EN VERDAD

Resultado de imagen de Lc 21,5-11
También al templo le llegará su hora, y no quedará piedra sobre piedra. Pienso en estos momentos en todo ese patrimonio de la humanidad al que se le presta tanta atención o se le da tanto valor. Al final todo se vendrá abajo, así que todos sus ornamentos y piedras preciosas están llamadas a desaparecer.

No es el templo lo verdaderamente importante. Tiene una importancia de convocatoria y de reunión. En ellos se celebran las fiestas principales de la comunidad religiosa y tiene su gran importancia. Pero, nunca debemos perder la idea de que no es lo principal. Porque, a Dios se le adora en Espíritu y en Verdad, y no hace falta templos. Y a eso vamos al final de los tiempos.

Sin embargo, no sabemos la hora y todavía queda largo camino. Pero, sucederán muchas cosas y muchos trataran de engañarnos engañándose ellos mismos al proclamarse como Yo soy o está llegando el tiempo. Y no debemos hacerles caso. No debemos tener pánico, nos dice el Señor, cuando oigamos noticias de guerras y de revoluciones. De hechos algunas noticias de esas empiezan a oírse y parece necesario que eso tiene que ocurrir primero.

Pero, nos dice el Señor, el fin no será enseguida. Entonces les dijo: «Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos, peste y hambre en diversos lugares, habrá cosas espantosas, y grandes señales del cielo».