lunes, 1 de enero de 2024

AÑO NUEVO, VIDA NUEVA

Cada comienzo genera nuevos retos y metas. Termina un año y empieza otro, se suceden promesas, objetivos, retos y se vuelve la vista atrás con mirada de revista, de análisis y de corrección. Y todo esto con la sana intención de empezar una vida mejor, más organizada, más productiva y con más sentido. Sin embargo, pronto nos damos cuenta de que volvemos a lo mismo. El camino siempre lo recorremos de la misma forma.

Sin embargo, mirado desde la fe todo cambia y es diferente. Se promete, se camina y aunque haya tropiezos no se pierde el rumbo, la orientación ni tampoco el ánimo. Porque desde la fe cada año es cada día. Y cada día se renueva ese espíritu constructivo, limpio, sencillo, humilde y misericordioso de avanzar en conversión y actitud de servicio.

Sí, lo reconocemos, hay caídas, pecados, pero siempre acompañados de arrepentimientos y buenos deseos de corregirse, mejorar y perfeccionarse. La suma de muchos días en esa actitud de renovada conversión hacen un año, y terminado el año se mira atrás para ver el recorrido que hemos avanzado y renovar las fuerzas para seguir avanzando. Los pecados, los tropiezos y caídas quedan perdonados y en el olvido por la Misericordia de nuestro Padre Dios, y solo hay un objetivo y meta, seguir adelanta injertados en el Espíritu de Dios hasta alcanzar la meta definitiva, reunirnos con Él en su Gloria.

Como los pastores tras adorar al Niño se volvieron dando gloria y alabanzas a Dios. También nosotros seguimos el camino alabando y dando gloria a nuestro Padre Dios y conservando, como nuestra Madre María, todas estas cosas en nuestro corazón.

FELIZ AÑO 2024