jueves, 14 de marzo de 2019

LA BONDAD DE UN PADRE

Imagen relacionada
Todos sabemos, por experiencia, lo bueno que son nuestros padres. Es verdad que hay excepciones, pues somos humanos y, por eso, pecadores, y se cometen muchos errores. Pero, en sentido general los padres desprenden bondad  para con sus hijos. Pues, si eso es así, ¿cómo nuestro Padre del Cielo, Bondad Infinita y que nos ha creado, nos va a dejar desamparados? No tendría sentido, por lo que deducimos que hemos sido creados para la eternidad.

Pero, eso no queda ahí, sino que Jesús nos lo ha revelado y nos lo ha demostrado con sus enseñanzas, su Muerte y Resurrección. Y para eso nos ha dado la oración del Padrenuestro, que en el Evangelio de ayer comentabamos y reflexiónabamos. Porque, necesitamos relacionarnos con el Padre, nuestro Padre, para pedirle por nuestras necesidades; para buscarle y conocerle mejor cada día en aras de hacer su Voluntad; porque, el que toca será respondido y se le abrirá la puerta.

Esa es la dinámica de nuestro camino. No podemos caminar por nuestra cuenta, ni formarnos un dios que sea producto de nuestros sentimientos, nuestra imaginación o nuestros deseos. Necesitamos encontrar al Dios que Jesús nos revela, nos descubre, nos enseña y nos muestra con su Palabra y con su Vida. Un Dios creador; un Dios Padre y un Dios que quiere compartir su Gloria con cada uno de nosotros para siempre.

Pero, un Dios que exige sus condiciones, porque es el que sabe, el que nos conoce y el que nos puede llevar a la plena felicidad que, perdidos en este mundo, no sabemos encontrar. Y mejor que condiciones podemos decir condición. Simplemente amar. Amar como Él nos enseña a amar en su Hijo Jesús. Un amor que sólo plantea una regla: no quieras para otro lo que no quieres para ti. Esa es la condición y la regla de oro. 

Posiblemente estés de acuerdo conmigo que tratando de vivir esa regla el mundo daría un vuelco total y todo sería mejor.