jueves, 22 de octubre de 2020

EL FUEGO DEL AMOR


La llama de la que Jesús habla es la llama del amor, porque, el amor es la llama que prende con fuerza todo lo que abraza. Amar compromete y, por Amor, Dios se ha comprometido con el hombre con el hombre hasta el punto de ofrecerle la Vida Eterna. Y, para ello, se ha encarnado en naturaleza humana, se ha hecho hombre y entregando su Vida ha pagado el rescate de nuestra vida por nuestros pecados.
 
Es por tanto, para seguir a Jesús, necesario quemarse de ese fuego de Amor que Él nos ofrece para también nosotros prender a todo aquel  próximo a nosotros. Porque, el amor que Jesús nos propone nos exige quemar todo ese hombre viejo del que estamos necesitado para renacer de nuevo al hombre nuevo, bañado y purificado en el agua del bautismo.

Indudablemente que da miedo pero, injertados, por el bautismo en el Espíritu Santo seremos fortalecidos para, no solo dejarnos quemar, por el Amor de Dios, sino para, también, resistir todos los obstáculos y batallas que nos impiden crecer en la fe y amor y, por supuesto, también prender a todos aquellos con los que nuestras vidas se cruza.