domingo, 8 de enero de 2023

JESÚS PASA POR EL BAUTISMO COMO TÚ

Quiere ser igual en todo menos en el pecado. Se pone a la cola y se siente atraído por la proclamación de Juan. En su corazón guarda ese anhelo de sus treinta años de vida oculta y ahora se siente impulsado por el Amor de su Padre y la acción del Espíritu. Sabe que el bautizo es su presentación. Viene enviado por su Padre que le proclama en este momento solemne del Bautismo: «Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco».

En muchas ocasiones he compartido este momento solemne de Jesús. Recuerdo que en la catequesis prebautismal decía que Jesús en este momento era presentado en sociedad. Era anunciado por el Padre al pueblo de Israel y presentado como el Hijo amado. No viene Jesús por su cuenta, trae una misión y un encargo que cumplirá en su periplo por este mundo hasta entregar su Vida en la Cruz. 

Y, tras el bautismo, Jesús entiende que ha llegado el momento de prepararse y proclamar la Buena Noticia.  Y eso es lo que hará en el tiempo que le resta hasta su muerte. Es el señalado por el Padre y en el que ha puesto toda su complacencia. Es el Jesús nacido en Belén de una Virgen desposada con José. Es el Nazareno que pasó treinta años de vida oculta bajo los cuidados de su padre adoptivo y su Madre María. Ese es el elegido, el enviado, el Dios encarnado. Y ahora llega el momento, ha sido confirmado por el Padre y lleno de Espíritu Santo.