jueves, 20 de agosto de 2020

ESTÁS INVITADO

EVANGELIO - SAN MATEO - 22,1-14 | Evangelio san mateo, Evangelio ...
Gracias, Señor, por tu invitación. En esta parábola que me dices hoy me manifiestas tu invitación al banquete de Vida Eterna que tienes preparado para mí, y, también para todos aquellos que me escuchen y acepten tu invitación. Y lo haces de una forma sencilla, coloquial e inteligible para cualquier persona. Todos pueden entenderla desde el más sabio al más ignorante.

¿Quién no entiende lo que significa y en qué consiste una invitación? ¿Y quién no sabe lo que es una fiesta y un banquete? Pues, esa es la invitación que Dios nos hace y, por supuesto, sería de mal gusto no aceptarla. Sin embargo, muchos deciden rechazarla anteponiendo sus proyectos, sus fiestas personales y sus intereses. Una contradicción humana que, cegados por los espejismos de este mundo, rechazan la plena felicidad de la Vida Eterna.

Claro está que cuando somos invitados a una fiesta, entendemos que debemos acudir bien presentables. Es obvio que no podemos presentarnos de cualquier forma. También, todos entendemos esto, sin embargo, cuando es Dios nuestro Padre quien nos invita, se está refiriendo al vestido de nuestra alma. Porque, no podemos acercarnos a nuestro Padre Dios de cualquier manera. Nuestro vestido debe ser un corazón arrepentido, disponible al arrepentimiento y a la limpieza de corazón. Es la Gracia que recibimos a la hora de nuestro bautismo.

Aquel que fue expulsado no se había revestido de esa Gracia y dolor de contrición que necesitamos para restablecer la amistad e invitación que nuestro Padre Dios nos hace para asistir y participar de su Banquete celestial.