martes, 12 de septiembre de 2023

RELACIÓN DE AMOR SOSTENIDA EN LA ORACIÓN

Es evidente que sin una relación íntima y estrecha no se puede luego obrar en consecuencia. Sin estar y permanecer en estrecha relación íntima con Dios no podrás encontrar las fuerzas, paz y sabiduría para obrar por Él y en su Nombre. Así vemos en la vida de Jesús que mantiene una relación con su Padre muy íntima e intensa cada día. Su Vida y su Misión están sostenida en la oración íntima con su Padre Dios.

Es evidente que Jesús es el Camino; es la Verdad y es la Vida. En Él encontramos pautas, signos y testimonios para imitar y tomar como principios y actitudes a seguir. Mirándole aprendemos; siguiéndole tomamos el camino correcto e imitándole hacemos de nuestra vida una vida parecida a la suya. Ahora, nunca tomándola por nuestra cuenta sino siempre abiertos y asistidos por el Espíritu Santo que para eso ha venido a nosotros en el momento de nuestro bautizo.

En el Evangelio del domingo, Jesús nos hablaba de que estaba entre nosotros: «Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos». Nuestro Dios es un Dios cercano, encarnado en Naturaleza Humana y hombre como nosotros, que nos invita a abrir nuestros corazones y desenterrar esa semilla de amor que ha sido sembrada en ellos.

Su amor misericordioso, reflejo del Padre, nos redime y nos salva. Y nos proclama la Misericordia Infinita de Dios Padre que nos invita a una relación de amor sostenida en el trato mutuo de la oración íntima de cada día. Él es la referencia y modelo para cada uno de nosotros y en el que encontramos sentido, fortaleza y esperanza para adecuar nuestra vida a su Palabra y Voluntad.