sábado, 27 de junio de 2020

ESA DEBE SER NUESTRA ASPIRACIÓN, A TENER UNA FE COMO LA DE AQUEL CENTURIÓN

Evangelio del Día | Evangelio, Evangelio segun san lucas ...
Mt 8,5-17
No se trata de hacer cosas, pues, pensándolo y mirándolo bien, Dios no necesita que le ayuden y Él sólo se basta para todo. Se trata de creer en Él y confíar que toda nuestra vida depende de Él. Hoy, el Evangelio nos habla del ejemplo o testimonio de ese centurión que confío tanto en Jesús que le pidió que desde donde se encontraba podía sanar a su siervo. 

Y, humildemente, se comparó con él, ¡un simple centurión!, que teniendo poder para decirle a uno, haz esto, y lo hace, y a otro, ven aquí, y viene...etc ¡Cuánto más tú, Señor, que puedes dar la vida! Porque, quien tiene poder sobre la muerte para devolver la vida es el Señor y Creador de todo. Es el Dios que todos quieren tener y encontrar. Es el Dios de la Vida y la muerte. El Dios de la Felicidad Eterna que todos buscamos y perseguimos.

A nosotros también puede ocurrirnos que sintiéndonos fuertes y, en cierta medida poderosos, tengamos mucha gente a nuestro cargo y bajo nuestro mando, pero, ¿pensamos como aquel centurión? ¿Y tenemos ese aprecio y amor a aquellos que están bajo nuestras ordenes? ¿Nos preocupamos por ellos hasta el punto de, siendo incrédulos, pedir ayuda al Dios que nos promete la vida y la resurrección? 

Porque, ese Dios que, quizás, se nos resiste, es el Dios que nos anuncia ese Jesús histórico, que pasó por este mundo haciendo el bien y sanando a las personas enfermas, tal es el caso del siervo del centurión. Ese Dios que te revela el amor del Padre y, en su nombre, te ofrece, por la fe, la Vida Eterna.