domingo, 31 de marzo de 2024

¡JESÚS HA RESUCITADO!

Con estas palabras: «Jesús ha Resucitado», al menos para mí, todo está dicho. Y digo, todo está dicho porque es precisamente lo que todos buscamos: salud y vida. Jesús ha vencido a la muerte.

Muchas veces he oído decir: «Me gustaría vivir hasta que pueda valerme por mí mismo» Lo cual significa que vivir sin salud no nos compensa. La eternidad es para vivirla en gozo y plena felicidad. De no ser así sería un infierno. Y eso es precisamente lo que nos puede suceder si no creemos en Jesús, Señor de Vida y muerte.

Hoy, domingo de Resurrección, es el día más importante de nuestra vida. Y lo es, aunque muchos no nos demos cuenta, porque es el día que Jesús ha vencido a la muerte, y con su Resurrección nos dice que también nosotros estamos llamados a resucitar a una vida eterna y plena de gozo y felicidad.

Deja todo en nuestras manos, pues dependerá de creer o no en su Palabra. Y esa es precisamente la cuestión. Tenemos a María Magdalena, la primera testigo que se encuentra la losa quitada del sepulcro y la primera que anuncia que Jesús no está allí, ¡ha Resucitado! y lo anuncia a los apóstoles.  Pedro y Juan corren y lo comprueban con sus propios ojos.

Luego vendrán cincuenta días en los que Jesús irá fortaleciendo esa fe, que todavía está débil, confundida e incipiente en los apóstoles. Les cuesta creérselo porque no pueden entenderlo. ¿No nos ocurre a nosotros también?  

Ellos nos lo han transmitido y dando sus vidas nos han contagiado, a través de la Iglesia, la fe. Porque la fe no se enseña, ni se aprende, simplemente se contagia con la vida y las obras. Y eso es lo que han hecho los apóstoles y discípulos, dar la vida por amor.