lunes, 20 de noviembre de 2023

LA IMPORTANCIA DE SABER QUE PEDIR

Sabemos que hay muchas cosas que nos son imposibles de alcanzar. A medida que caminamos por la vida vamos conociendo y experimentado que no todos nuestros deseos son factibles de realizar. Sin embargo, cuando somos capaces de descubrir que Jesús, el Hijo de Dios, pasa por nuestra vida, todo recobra sentido y todo se vuelve posible.

Jesús, el Señor, es nuestra salvación y, de la misma manera que de Él hemos salido, a Él volveremos, y en Él seremos eternamente perfectos y felices. Ese ciego sabía, al menos lo creía firmemente, que Jesús le podía dar la vista de la que carecía y, sin titubeos ni respeto humano a aquellos que le mandaban callar, grita y grita hasta llamar la atención de Jesús.

Sabemos que sucedió por el Evangelio, pero, ¿y nosotros? ¿Estamos atentos, expectantes y vigilantes al paso de Jesús por nuestra vida? Porque, como Bartimeo, que era el nombre de aquel ciego, Jesús pasará por nuestra vida y nos dará la oportunidad de llamarle, de buscarle, de insistirle para que nos dé la vista de la fe, de la gracia de descubrir que Él es el Señor de nuestra vida y en Él podemos encontrar lo que realmente buscamos, el gozo, la paz y la felicidad eterna.

No perdamos la ocasión de descubrir el paso de Jesús por nuestra vida y pidámosle con firmeza y fe, confiados en su Palabra, que nos dé la vista de saber que Él es el Hijo de Dios y de seguirle sus pasos. Él es verdaderamente el único Camino, Verdad y Vida, y nuestra felicidad y gozo eterno está en descubrirle, escucharle, creerle, obedecerle y seguir sus pasos.