sábado, 27 de enero de 2024

SÍ, AL SEÑOR LE IMPORTAS TÚ

¿Cómo no le vas a importar al Señor? ¿Acaso piensas que si no le importases hubiese dado voluntariamente su Vida por ti? Mira, si Dios te ha creado es de sentido común que quiera que vivas con Él eternamente y en plena felicidad. Ha enviado a su Hijo para decírnoslo y para rescatarnos entregando su Vida.

En lo que respecta al Evangelio de hoy sábado se me ocurre pensar que quizás se hizo el dormido para observar la medida de tu confianza. No entendemos los planes de Dios pero, sabemos, que es nuestro Padre, y un Padre Bueno, Bondadoso y Misericordioso. Por tanto, estando con Él todo saldrá bien porque, Él, es el Señor de la vida y la muerte a quien el viento y el mar obedecen. De modo que pase lo que pase estamos a salvo. Si vivimos, caminamos a su encuentro; si morimos, llegamos a encontrarnos directamente con Él. De una u otra manera venimos de Él y a Él vamos.

Sucede que a nosotros nos ocurre algo parecido. ¿Cuántas veces dejamos en el olvido al Señor en nuestra vida y solo acudimos a Él cuando estamos en peligro o en una grave necesidad? Cuando la vida nos depara alguna mala sorpresa nos acordamos del Señor, acudimos a hablar con Él, prometemos novenas, rosarios y todo tipo de promesa. Incluso, llegamos a pensar que el Señor duerme.

Nuestra experiencia, como la de aquellos apóstoles es, o al menos debe ser, la misma. Hemos recibido el mismo Espíritu Santo en el instante de nuestro bautismo y nos acompaña en el camino de nuestr vida. Y Jesús, nuestro Señor, ha venido para quedarse. Nos ha dicho: «Estaré con ustedes siempre, hasta el final del mundo. Mt 28,20.