jueves, 1 de agosto de 2024

UNA ACTITUD DE VIDA

El resultado de tu vida será de la forma que tú la hayas entendido y practicado. Y sobre todo de tu fe. Después de un largo tiempo de protección y desarrollo te toca a ti responsabilizarte de tu propia vida. En ese momento eres lo que realmente hayas trabajado, obedecido y aprendido. Tu momento actual obedece a la cosecha que tú mismo hayas hecho con tu propia vida. Y no busques cambiarla con el esfuerzo y producto de otros. Simplemente serás tú y tus esfuerzos los que darán sentido y camino a tu vida.

Irremediablemente, la cosecha será recogida. Buena o mala será tu cosecha y, tras la criba, el resultado será lo que haya de bueno o malo. Dependiendo del equilibrio de lo uno sobre lo otro, tu vida quedará situada en su justa correspondencia. Y si todo lo cosechado se inclina más a ser arrojado al fuego eterno, tu vida la habrás perdido para siempre.

Ahora es el momento de acumular más actos de amor que desamor; más obras buenas que malas; más esfuerzos de hacer la Voluntad de Dios que de desobedecerla y rechazarla. Más esfuerzos en vivir en la Voluntad de Dios que alejarnos de ella. Y, sobre todo, más fiarnos y confiarnos en su Palabra hasta el punto de vivir en una actitud constante y permanente de imitarle en nuestra vida. Entonces, al final, la cosecha será buena, alcanzará la Misericordia de nuestro Padre Dios y viviremos eternamente en su Gloria.