sábado, 16 de octubre de 2021

ESPÍRITU SANTO

Lc 12,8-12

Nos llena de esperanza y gran alegría las Palabras de Jesús en el Evangelio de hoy: «Yo os digo: Por todo el que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios. Pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios». Es reconfortante saber que Jesús saldrá en tu defensa en esos momentos que tú has dado la cara por Él ante los que le injurian y le maldicen. Saber y escuchar esas palabras nos fortalece para ser fieles a su Nombre.

Y más todavía, conocer que el Espíritu Santo nos acompaña, no de una manera pasiva, de simple estar a tu lado, sino de una manera activa, asistiéndonos en el conocimiento y palabas que conviene decir. Evidentemente, tener ese conocimiento de que no estás solo, sino que hay Alguien presente que está a tu lado y participa de tu vida - con tu permiso - es algo satisfactorio y esperanzador.

Por eso, negarle la entrada a tu corazón al Espíritu Santo es algo que no se puede perdonar, pues si no entra, ¿cómo puede perdonarte? Es evidente que si no dejas entrar al médico, no puede curarte. De la misma manera, si no dejas entrar la Misericordia de Dios en tu corazón - Espíritu Santo - no podrás ser perdonado.