sábado, 30 de marzo de 2019

DIOS ES AMOR

Resultado de imagen de Lc 18,9-14
Con total seguridad, lo hemos oído muchas veces, "Dios es Amor", pero, quizás no hayamos tomado conciencia que el Amor es la esencia del gozo y la felicidad plena. Y, cuando tomamos conciencia de ello nos damos cuenta de nuestras miserias, pobrezas y limitaciones. Es entonces cuando tomamos conciencia de que, por nosotros mismos no podremos nunca superar nuestros pecados y liberarnos de nuestra esclavitud.

Luego, reconocemos que lograr nuestra libertad no está en nuestras manos y se nos plantea una disyuntiva, ¿qué hacer y qué camino tomar? En el libro del Deuteronomio, 30, 15-9 Dios nos plantea ya esa disyuntiva. Se adelanta a nuestros problemas y nos ofrece tomar alternativas: Nos presenta dos camino, la muerte o la vida. Una muerte que nos esclaviza, que nos somete y nos lleva a la perdición y sufrimiento. Una muerte que tras presentarnos como espejismo de gozo y felicidad los placeres y riquezas de este mundo nos sumerge en un vacío de soledad, de dolor y de sufrimiento.

Ante esta realidad descubrimos y reconocemos nuestra pequeñez, nuestra impotencia, nuestros pecados y la imperiosa necesidad de ser humildes y acudir a Ti, Señor. Porque, sólo Tú, Señor, por tu Inmenso Amor e Infinita Misericordia nos das la capacidad de amar como Tú nos amas. Y también nos regala gratuitamente el perdón de todos nuestros pecados, que nunca mereceremos por nuestros propios méritos.

Necesito, Señor, la Gracia de tu Sabiduría para redescubrir toda mi miseria cada día y darme cuenta que, cuanto más cerca estoy de Ti, más miserias y pecados descubro en mí. Y percibo con claridad que no soy mejor ni más bueno o valioso que nadie. Y, si por cualquier circunstancia me tienta esa posibilidad de creerme mejor que alguien, que sepa y tenga siempre presente, Señor, que nunca es por mis méritos sino por tu Gracia.