sábado, 1 de abril de 2023

LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO, LA GOTA QUE COLMA EL VASO

Estaban asustado. La resurrección de Lázaro les había impulsados, cegados por mantener sus estatus y posiciónes, incluso temerosos de la reacción del pueblo romano, a quitarse del medio a Jesús. Se cumple la profecía cuando Caifás anuncia que Jesús debe morir por la nación. Sí, Jesús muere por todos los hombres del mundo pero muchos, tanto de ayer como de hoy no quieren enterarse.

Y la cuestión o problema es el mismo, no quieren o queremos, yo también me incluyo, salir de nuestras verdades ya concebidas, nuestras comodidades, nuestro mundo al que conocemos y en donde nos sentimos, a pesar de los problemas, instalados. No queremos aventurarnos a nuevos peligros o novedades. Tenemos miedos y queremos permanecer agarrados a las verdades que conocemos y no queremos abrirnos a la Palabra de Jesús que nos incómoda y compromete.

Estamos bien, o queremos seguir como estamos. Sucedió también ayer cuando en el desierto el pueblo lo estaba pasando mal y se acordó de Egipto. También nos pasa a nosotros hoy, ahora. Me siento mejor como estoy y no quiero cambios. ¡Ahora, a la edad que tengo voy a cambiar! Y mientras Jesús entrega cada día su vida en el sacrificio del Altar por muchos que creen en Él y pacientemente por todos aquellos a los que llama y espera que abran sus corazones.

Mientras haya vida hay esperanza. Llegó la hora de Jesús y entregó su Vida para que muriendo Resucitara, para gloria de Dios,  al tercer día. Y esa es nuestra esperanza, resucitar en y por Jesús, según nos ha prometido, cuando llegue nuestra hora.