viernes, 30 de diciembre de 2022

MARÍA Y JOSÉ, SAGRADA FAMILIA

Parados a contemplar los pasos de María y José me impresiona su docilidad. Tanto la de María como la de José. E, inmediatamente me interpelo: ¿Estoy yo también atento y presto a ser dócil como María y José a la Voluntad de Dios?

Quien no tiene algún plan en su vida. Es evidente que en algún momento hemos proyectado nuestro camino y nuestro objetivo hacia un objetivo concreto y determinado. ¿Estaríamos dispuestos a cambiarlo por mandato de Dios? Posiblemente nuestra justificación sería que de saberlo seguro sí, pero ¿cómo lo sabría?

Pensemos que a María pudo sucederle igual. Saberlo no es cuestión fácil. Es necesario estar expectante, en actitud de espera, en íntima relación con el Señor y atento a sus signos y señales. No es cosa de hoy para mañana, ni de un instante luminoso como si de un rayo se tratara. Es un camino de espera, de escucha, de estar vigilante y en actitud de búsqueda, de relación y en perseverante oración. Todo lo demás será obra del Espíritu Santo que te irá modelando esa respuesta que tú vas mostrando.

María y José pasaron por esa vicisitudes y dificultades. No creamos que fue fácil y que todo transcurrió como si de una visión clara se tratara. Todo ocurre cuando el Espíritu Santo encuentra un terreno fértil, preparado y abierto a ser cultivado. Recordemos la parábola del sembrador. Solo en una tierra buena arraiga la semilla y da frutos buenos. ¿Qué tierra soy yo? Esa es la pregunta a la que tengo que responder con mi esfuerzo, con mi compromiso, con mi trabajo, mi perseverancia y con mi oración. ¿Te das cuenta? Descubrimos que necesitamos la oración que nos relacione íntimamente con Jesús y pedirle luz, sabiduría, capacidad de discernimiento y todo lo que necesitemos para darnos cuenta.

María y José son dos figuras que nos pueden ayudar a discernir nuestro camino. Mirándoles podemos encontrar muchas respuestas que están enterradas en nuestro corazón. La primera, la de la docilidad, es decir, ser confiados y fieles a los impulsos del Espíritu Santo.