sábado, 12 de junio de 2021

PREGUNTAS Y PORQUÉS

Lc 2,41-51

Nuestro corazón anda inquieto y, según san Agustín, permanecerá inquieto hasta descansar en el Señor. Porque, queramos o no, hemos sido creados por y para el Señor. En cada instante de nuestra vida surgen preguntas y porqués que, de intentar responder, nos mantendrán expectantes, inquietos y activos.

Supongo, a la vista del pasaje evangélico, que la Virgen - también san José - tuvo muchos porqués dentro de su corazón; supongo que tanto María como José , padres de Jesús, no entendía las cosas y actuaciones de su hijo, y menos dar respuestas a esos interrogantes y misterios que se les planteaban y nacían en sus expectantes e inquietos corazones.

Por tanto, la Virgen como su padre adoptivo José, no desesperaron y aguardaron con paciencia que la Gracia y Sabiduría de Dios les iluminara y fortaleciera. Quizás, ese sea también nuestro problema, aguardar con paciencia y sin desesperar que el Señor decida, cuando lo estime necesario, alumbrar nuestra mente y abrirnos nuestros corazones. Mientras, nosotros abrirnos y estar disponible como María para asumir y recibir la Voluntad de Dios.