miércoles, 6 de diciembre de 2023

ERES, POR SU VOLUNTAD, NECESIDAD PARA LA OBRA DE DIOS

No sobras, eres parte de la obra de Dios y te necesita para darle cumplimiento a su obra de salvación. Quizás sea esa la razón de haberte creado libre, libre para decidir entre el amor o desamor; ente la generosidad y solidaridad o el egoísmo y la avaricia. Tú eres uno de esos panes que se necesitan para que el Señor, por su Gracia y Amor Misericordioso, te convierta en esa semilla que dé frutos de amor y misericordia para salvar al mundo.

Precisamente el Adviento es ese tiempo en el que Dios nos recuerda que ha venido con el propósito de hacerse salvación para nosotros, pero no sin nosotros. Necesita que tú abras tu corazón y dejes entrar esa Palabra de Dios que te cambia, te convierte y te hace pan compartido y fraterno para que otros puedan alimentarse y, simultáneamente, revertir ese amor recibido en otros.

La multiplicación de los panes, de la que hoy nos habla el Evangelio, nos presenta la comunidad de seguidores que experimentan hambre y sed y son saciados por el Señor. Así sucederá con todos los que seguimos al Señor. En Él encontraremos cobijo, alimento y el Amor y Misericordia que nos salva. Pero, necesitamos estar a su lado, seguirle y abrir nuestro corazón para recoger su Palabra y la Gracia de su Alimento espiritual: su Cuerpo y Sangre.

Es verdad, y esto está a simple vista, que nuestra aportación – panes y peces – no son suficiente para alimentar al mundo, y menos de la Gracia del Señor, pero es el Señor quien, por su Amor Misericordioso recoge nuestro pequeño esfuerzo para transformarlo en bien de todos hasta el infinito.