martes, 9 de abril de 2024

TODO CONSISTE EN UNA NUEVA FORMA DE MIRAR

Puedo mirarte de forma indiferente o de forma despreciable; puedo mirarte con una mirada de acogida o de bienvenida; puedo mirarte con ojos de ira, de violencia y de venganza o puedo mirarte de forma compasiva y misericordiosa.

Es evidente que puedo mirarte de muchas formas, pero solo hay una manera de mirar cuando se mira con amor: con misericordia y ofreciéndote la salvación. Donde nadie cree que hay salvación, el Evangelio – la Palabra de Dios -  te ofrece la salvación. Y eso exige e implica otra forma de mirar que el mundo no acepta ni entiende.

Las bienaventuranzas son posibles en un mundo donde son desterradas y dadas por imposible. Los que lloran y sufren serán consolados y liberados del dolor y sufrimiento para ser eternamente felices. Los marginados, despreciados y excluidos serán considerados, tenidos en cuenta e incluidos en la Casa del Padre. Donde hay vaciedad resultará que hay abundancia. Todo en la presencia de Dios se hace posible.

Y, evidentemente, para que todo esto sea verdad tendremos que ser de otro mundo, porque este mundo es como es y no quiere ser de otra manera. Habría que pensar de otra forma, ser de otra manera y creer en la Palabra de Dios. Ese Dios que no es un concepto, algo en lo que puedo creer, sino una Dios Persona, que encarnado en Naturaleza humana, ha muerto por nosotros y ha Resucitado para también darnos, a los que creen en Él, esa resurrección para la eternidad gozosa y feliz.