jueves, 16 de febrero de 2023

EN UN CAMINO DE CRUZ Y CONTRA CORRIENTE

Mc 8, 27-33

Basta observar la trayectoria de Jesús y comprobar las amenazas, tentaciones y seducciones para que cambie su camino y su objetivo. Hay muchas opiniones respecto a su identidad y a la pregunta de Jesús a sus apóstoles, Pedro, tomado por el Espíritu Santo, responde identificando a Jesús como el Mesías esperado y enviado por el Padre.

Ante todo este maremágnum, Jesús se mantiene firme y maduro. Intuye su final y empieza a compartirlo con sus apóstoles a los que instruye y dice sobre todo lo que le va a suceder. Les habla de muerte y Resurrección. Sin embargo, los apóstoles no entienden. Sus esperanzas están en otras coordenadas. Pedro se atreve a llevarle aparte diciéndole que eso no le puede pasar y Jesús le increpa: «¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres».

Sabemos como terminó todo. O mejor, pasó lo que Jesús intuía y sabía que iba a pasar. Ahora, lo que importa es el momento presente de nuestra vida. ¿Cómo nos comportamos nosotros ante las adversidades y seducciones de nuestros contemporáneos? ¿Nos mantenemos firmes y seguimos nuestro camino según la Voluntad de Dios? ¿O vamos remitiendo nuestro ímpetu y convicciones haciendo tambalear nuestra fe hasta hacerla desaparecer y rendirnos a las seducciones de este mundo? ¿Dónde estamos? ¿Quién es Jesús para nosotros?