Se rompe con la
tradición de seguir con el nombre de sus padres o antepasados. El nacimiento de
Juan, ese será su nombre, es signo y señal de una nueva era que empieza con él.
Se termina el Antiguo Testamento y con Juan se empieza a vislumbrar una nueva
era, una nueva y Buena Noticia. Él es el precursor que la va a anunciar y tras
el bautizo de Aquel que llega imbuido de Espíritu Santo, Jesús, el Hijo de
Dios, comienza la andadura de la proclamación de la Buena Noticia.
Y con ese anuncio
de Juan y el bautismo de Jesús, empieza la manifestación de Dios, que se revela
en su Hijo, nuestro Señor Jesús, que nos anuncia el Amor Misericordioso de su
Padre y el rescate de nuestra dignidad de hijos de Dios.
Todo, como punto de partida, con el nacimiento de Juan el Bautista, precursor de esa Buena Noticia que nos trae el mensaje de salvación eterna que nos regala por su Infinito Amor Misericordioso nuestro Padre Dios.