miércoles, 6 de marzo de 2013

NO TE PREOCUPES, DIOS TE ESTÁ BUSCANDO

(Mt 5,17-19)


Todos buscamos a Dios, a ese Ser trascendente que nos salve de la finitud de este mundo. Las diversas religiones existentes buscan encontrarse con ese Dios, pero el cristianismo, surgido de las raíces del judaísmo, es la excepción de la regla. Aquí es al revés, es Dios Padre quien busca a sus hijos.

No hay por qué preocuparse, tu Padre Dios te busca, te espera y abre sus brazos para recibirte con gozo y alegría. Sólo una cosa, déjate encontrar y escúchalo, te busca para salvarte, para darte esa vida eterna que tanto deseas, una vida llena de paz y gozo.

El pueblo judío experimenta la salvación al ser liberado de la opresión egipcia, y vive en la experiencia de su presencia. Dios ha tenido en cuenta sus sufrimientos y no ha esperado más. Ha sido Él quien da el primer paso y envía a Moisés a liberar su pueblo del yugo egipcio.

Jesús, Dios hecho Hombre, se hace presente entre los hombres, y desde dentro de su pueblo, da a conocer a su Padre Dios. Es el Dios cercano que convive y camina con los hombres, perfeccionando la ley, no suprimiéndola. Da plenitud y endereza el camino que conduce al Padre. Rectifica todo lo torcido, todo lo escabroso, todo lo que oprime y esclaviza. Y abre las puertas de la libertad que nos acerca al Padre.