![]() |
(Lc 6,12-19) |
Nunca sabremos como fue la oración de Jesús
aquella noche. Sabemos, eso sí, que después de pasarse la noche orando, llamó a
sus discípulos y eligió a doce de ellos. Imaginarnos que sería una elección
difícil, pues siempre se hace duro elegir a unos y dejar a otros. Y decidió
llamar apóstoles a los elegidos.
Suponemos también que Jesús en su oración pediría
luz y sabiduría para, en total armonía y sintonía con el Padre, y asistido por
el Espíritu Santo, elegir a esos doce apóstoles para encargarlo de fundar su
Iglesia. Apóstoles que tuvieron sus dudas y dificultades, e incluso uno les
abandono y traicionó a Jesús, pero la Iglesia de Jesús, continuada por Él en el
Espíritu Santo ha seguido su camino en la extensión de su Mensaje.
Sin lugar a duda, la gente se agolpaba a su
paso y les seguían. Buscaban oírles y ser curados y trataban de tocarle, pues
salía de Él una fuerza que los curaba a todos. Y hoy ocurre lo mismo. La gente
acude al Señor a través de su Madre y por su intersección, y también a
través de muchos santos que, por la Gracia del Señor, han hechos curaciones y
milagros.
Es Medjugorje un lugar donde se están produciendo
muchas conversiones por intercesión de la Virgen y también otros santuarios,
como Lourdes y Fátima, donde se producen milagros y curaciones. No debemos
extrañarnos, pues el mismo Jesús nos invita a pedir por nuestras necesidades y
a confiar en ser escuchados y atendidos.
¡Señor,
convierte nuestro corazón en un corazón agradecido, generoso y entregado, para
que, en pleno contacto contigo por medio de la oración, perseveremos y vivamos
según la Voluntad del Padre tal y como Tú nos has enseñado! Amén.