domingo, 30 de mayo de 2021

¡PARADOJA!

 

Resulta paradójico que en la medida que se nos presenta la Buena Noticia de salvación, nosotros ponemos resistencia a acogerla y vivirla. Es algo tan misterioso como que, cuanto más cerca estamos del amor que nos salva y nos quiere, más nos alejamos de él. Tan paradójico como negar la verdad con mentiras.

¿Qué es lo que nos ocurre? Se nos anuncia la Buena Noticia y la rechazamos acogiendo la mala, la que nos condena. Es algo tan misterioso que no llegamos a comprender. ¿Por qué nos cuesta tanto aceptar y entender la verdad y, sobre todo, cuando de lo que se trata es de nuestra salvación? Posiblemente, la respuesta se esconde en el pecado. Nuestra naturaleza herida por el pecado queda sometida, enturbiada y cegada y, hasta cierto punto, vencida.

Por eso, en nuestro bautismo recibimos el Espíritu Santo que, si le abrimos nuestro corazón, saldremos victoriosos de esa lucha contra el demonio. Y verdaderamente le necesitamos para poder atravesar ese desierto que nos puede presentar el camino de nuestra propia vida. Porque, a pesar de no desearlo, el desierto llegará con sus sombras, dudas y dificultades. ¡Ven Espíritu Santo y fortalece nuestro camino para soportar esos obstáculos que la vida nos presenta!