sábado, 30 de noviembre de 2024

DESCUBRIR LA HUELLA DE AMOR QUE DIOS HA SEMBRADO EN TU CORAZÓN

Ese es el interrogante de nuestra vida: «descubrir el amor que hay dentro de nosotros». Un amor que se prolonga y se sostiene en nuestro Padre Dios. Un amor por el que hemos sido creados y, también, salvados. Un amor que nos invita cada día a amar como somos amados por nuestro Padre. Un amor fraterno que nos hace hermanos e iguales, e hijos de un mismo Padre.

Ante este hermoso horizonte, Jesús llama a sus discípulos, y entre ellos nos encontramos hoy, después de XXI siglos, también nosotros. Tú y yo, y de nuestra voluntad dependerá, por un lado, darnos cuenta. Y por otro lado, comprometernos a que ese amor que vive dentro de nosotros bulla y llegue hasta contagiar a los demás.

 Porque, de eso se trata, de contagiar el mundo de amor. De verdadero amor fraterno, un amor que busca y trata a los demás como se trata a sí mismo. Un amor como el que nos enseña Jesús hasta el extremo de estar dispuestos a dar la vida por el bien de los demás. Una vida que no se entrega en un acto de heroísmo, sino en el día a día y con un servicio generoso, humilde, paciente y misericordioso.