jueves, 19 de diciembre de 2024

JUAN, PRELUDIO DE ANUNCIO Y SALVACIÓN

Posiblemente, la figura de Juan es el preludio del anuncio de la llegada del Mesías prometido. ¡Ya está entre nosotros!, nos anuncia Juan, y será Él quien nos bautice con Espíritu Santo y fuego. Para ello debemos preparar nuestro corazón con una conversión de dolor de contrición.

Preparamos nuestro corazón con dolor y arrepentimiento de nuestros pecados. Es la manera de abrir la puerta al Espíritu Santo y decirle sí al Señor. Juan nos alienta y nos pone en camino para que estemos preparados. Llega el Señor y nos trae el anuncio de la Buena Noticia: Un Amor Misericordioso e Infinito que nos regala su Padre Dios. ¡Habrá Noticia más grande!

Juan, por obra y gracia de Dios, nace para alumbrar y allanar el Camino, la Verdad y la Vida que se encarna en Jesús. Ambos conforman el Plan de Salvación que Dios ha pensado para redimir al hombre de su pecado. Así, el uno prepara, allana, iguala para que el otro convierta y con su Vida y Obra alcance para todos la redención eterna.

Juan es camino de esa esperanza que nos anuncia la llegada del Mesías prometido. Un Mesías que nos trae la oferta de un Padre Infinitamente Misericordioso, que perdona nuestros pecados y nos devuelve la dignidad de hijos de Dios. Una esperanza que nos invita a abrir nuestros corazones y experimentar la presencia de Dios entre nosotros. Una presencia que nos descubre y ofrece la liberación de la esclavitud del pecado. Sólo así podemos vencer al mundo y a sus seducciones.