Dulce Niño de Belen,
haz que penetremos
con toda el alma
en este profundo misterio
de la Navidad.
Pon en el corazón de lo hombres
esa paz que buscan,
a veces con tanta violencia,
y que tú sólo puedes dar.
Ayúdales a conocerse mejor
y a vivir fraternalmente
como hijos del mismo PADRE.
Descúbreles también tu hermosura,
tu santidad y tu pureza.
Despierta en su corazón el amor y la gratitud
a tu infinita bondad.
Únelos en tu caridad,
danos a todos tu celeste paz.
Amén.