| Mt 9, 27-31 |
Se había acostumbrado a verlo todo en tonos apagados.
El mundo, para él, era marrón. No distinguía bien los colores y hasta los días
luminosos parecían envueltos en una ligera penumbra. Pensaba que aquello era
normal, quizá cosa de la edad. Hacía nueve años que no se revisaba la vista.
Un día decidió graduársela y hacerse unas gafas
nuevas.
—He notado —dijo
Eustaquio— que me cuesta mantener la vista cuando leo. Me parece que ya no
enfoco bien. Creo que debo ir al oculista.
—Puede ser vista cansada
—respondió Manuel— o quizá cataratas. Mejor que te vea un especialista.
—Haré ambas cosas. Primero me graduaré la vista y
luego iré al médico para descartar cataratas.
Y así fue. Pocos días después recibió sus gafas de
último modelo.
—Estoy sorprendido —decía
maravillado—. ¿Cómo he podido vivir tanto tiempo así? Es como si hubiera
recuperado la vista. Todo me parece más nítido, más luminoso… ¡más vivo!
—Sucede —comentó Manuel—
que a veces estamos ciegos sin darnos cuenta. Podemos ver, sí… pero si no es lo
esencial, da lo mismo ver que no ver. Y así andan muchos por el mundo.
—Lo comprendo —asintió
Eustaquio—. No solo se trata de ver, sino de apreciar lo que ves. Y cuando lo
haces, nace el deseo de contarlo, de compartirlo. Ver y vivir la verdad… esos
son los verdaderos ojos.
—Exactamente. Como les ocurrió a aquellos dos ciegos
que se acercaron a Jesús pidiéndole compasión (Mt 9, 27-31). Cuando llegaron a
la casa, Jesús les preguntó: “¿Creen que puedo hacerlo?”. Y ellos respondieron:
“Sí, Señor”.
Manuel hizo una pausa y, con una sonrisa serena,
continuó:
—Entonces Jesús les tocó los ojos diciendo: “Que les
suceda conforme a su fe”. Y se les abrieron los ojos. Luego les ordenó que no
lo dijeran a nadie… pero ellos, llenos de alegría, hablaron de Él por toda la
comarca.
Cuando nuestros ojos se abren a la Luz que irradia del
Amor y la Misericordia de nuestro Padre Dios, el mundo entero cambia. Todo se
vuelve más soportable, más verdadero, más lleno de esperanza. Porque quien sabe
que está en buenas manos, ve de otra manera.