sábado, 15 de julio de 2023

LA VERDAD SALDRÁ A LA LUZ, ESO ES EVIDENTE.

El otro día me sentí, después de un rato, gozoso y feliz. Todo fue debido a que sufrí una critica de una persona que me llamó satanista. Inmediatamente pensé que a Jesús le sucedió lo mismo. Hoy mi regocijo es mayor cuando leo este Evangelio: (Mt 10,24-33): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus Apóstoles: «No está el discípulo por encima del maestro, ni el siervo por encima de su amo. Ya le basta al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su amo. Si al dueño de la casa le han llamado Beelzebul, ¡cuánto más a sus domésticos!» No les tengáis miedo. Pues no hay…

Tener eso presente mientras tu vida se hace camino por este mundo te ayuda a vencer esos miedos que, a cada instante, asaltan tu corazón. Seguir a alguien que te exige poner tu vida a disposición de la verdad y de los necesitados complica grandemente tu existencia y cada momento de tu camino. Vivir en esa disponibilidad de que tu vida pueda ser ofrecida martirialmente no es gustoso ni apetecible.

Sin embargo, cuando vas descubriendo y experimentando al mismo tiempo que quien te lo dice y exige es Jesús y que Él es quien se pone primero como ejemplo, dando su Vida y haciendo realidad su Palabra, todo empieza a cambiar. Te llena de cierta paz y gozo el recibir los mismos insultos que Él recibió por dar testimonio de su Palabra y en su Nombre. Y eso, a pesar de tus pobrezas y limitaciones, errores y pecados te fortalece porque indica que al menos quieres y estás dispuesto a anunciar y defender su Nombre.

Sabes que tarde o temprano la verdad saldrá a la luz y que la oscuridad en la que viven muchos se volverá luz que verán todos. Porque no hay otro camino sino el que la verdad señala e indica. Y es Él, el Señor quien nos ha dicho que Él es el Camino, la Verdad y la Vida.