sábado, 4 de noviembre de 2023

HUMILDES DESDE LA CONCIENCIA DE CRIATURAS DE NUESTRO PADRE DIOS Y CREADOR

No somos nada, simples criaturas creadas por Dios. Desde esa perspectiva y realidad nos será mucho más fácil adoptar una actitud de humildad frente a todos los acontecimientos y actos de nuestra vida a pesar de que, por la Gracia de Dios, hayamos recibido grandes talentos que nos ponen por arriba de muchos hermanos. Sobre todo los más desfavorecidos y pobres.

Vivir desde esa perspectiva y consideración nos dará la justa medida de lo que realmente somos, simples criaturas como parte del conjunto de este Universo creado por Dios y visibles como una mota de polvo al trasluz. Eso ayudará a que nuestra humildad sea realmente la que nos corresponda y podamos mirar a los demás de otra manera.

Porque, nuestro mayor valor es darnos cuenta y tomar conciencia de que a pesar de nuestra pequeñez, Dios nos ama y nos ha dado la consideración de ser sus hijos. Y lo hace gratuita y voluntariamente. Simplemente por amor. Esa es la medida auténtica que da sentido a nuestra humildad y nos aleja de competir y buscar actitudes trepadoras y puestos que no nos corresponden.

Ser humilde no consiste, ni por supuesto es, abajarse, es reconocerse criatura de Dios del que ha recibido todo lo que es. Eres, por tanto, humilde cuando pones todos tus talentos recibidos al servicio de los que lo necesitan, sabiendo que no son tuyos, y de nada tienes que enaltecerte, sino entregarlos tal como los has recibido – gratuitamente – y por amor según la Voluntad de quien te los ha dado.