domingo, 19 de septiembre de 2021

JESÚS ENSÉÑA EL CAMINO HACIA LA CRUZ

Mc 9,30-37

No debemos ni podemos engañarnos, la cruz es nuestra muleta en el camino. Es en ella donde podemos y debemos apoyarnos abrazados a Cristo. Es la única forma de amar, a pesar de recibir mal por bien. Pero, no tengamos miedo por eso porque vamos con el Señor y en Él encontraremos fortaleza, firmeza y hasta el gozo de entregar nuestra vida por amor.

Esa es la experiencia de Jesús. Hoy la quiere compartir con sus apóstoles y les va instruyendo por el camino. No quiere que se distraigan ni que se enteren que anda por ahí. Quiere comunicar a sus discípulos lo que va a suceder pronto. Sin embargo, ellos andan distraídos en otros menesteres y discuten sobre lo que en este momento centra y vive en sus corazones.

Posiblemente a nosotros nos suceda algo parecido. Todavía no estamos seguros a donde vamos ni a quien seguimos. Y muchos, como yo, andamos entrado ya en años. Sí, estamos en la Iglesia y tenemos una ruta de piedad y prácticas, pero, nos preguntamos, ¿realmente estoy en la línea que Jesús me ha señalado? ¿Miro a la Cruz y la abrazo tal y como hizo Jesús? ¿O le sigo según la ruta que yo mismo me he trazado? Ahí están los interrogantes a los que, auxiliado y asistido con el Espíritu Santo, debemos responder cada cual desde sus posibilidades, dones recibidos y fe.

Y, por supuesto, abrirnos a crecer y acrecentar nuestra disponibilidad y entrega a ese camino de cruz que Jesús nos descubre, vive en su propia Persona y quiere compartir con nosotros. Porque, nuestra verdadera salvación se esconde tras la Cruz.