viernes, 10 de noviembre de 2023

NO ES LA SOLUCIÓN PERMANECER CON LOS BRAZOS CRUZADOS.

Podemos caer en la tentación de creer que simplemente orando y con los brazos cruzados todo se andará y vendrán las soluciones. Precisamente vivimos en estos momentos en mi país un grave problema de identidad, de libertad y de unidad, y no nos vale permanecer con los brazos cruzados sino buscar soluciones dentro de la legalidad, por supuesto, para resolver el grave problema.

Ni que decir tiene que la oración es imprescindible, pero una oración activa en el Espíritu Santo rogándole luz para encontrar iniciativas dentro de la legalidad que entusiasmen al pueblo para la lucha por la democracia, la justicia, la verdad y, por supuesto, la libertad. Precisamente eso fue lo que hizo aquel administrador injusto y eso es lo que están haciendo estos administradores – Gobierno – injusto.

Jesús, no alaba el procedimiento empleado, pero si admira la astucia, el esfuerzo y la voluntad con la que aquel administrador injusto buscó solución a su situación. Igual espera de nosotros que espabilemos y luchemos por buscar el Reino de Dios. Y, posiblemente, luchar por la unidad, la verdad, la justicia y la libertad de nuestro País es luchar por establecer el Reino de Dios en este mundo. No hay mejor forma de amar que dar la vida por el bien de los demás, y al hacerlo por establecer un país donde reine la paz, la verdad y la justicia para todos lo estamos haciendo.

Posiblemente el Evangelio de hoy sea una llamada para que despertemos y pongamos todo lo de nuestra parte para hacer piña, animar y empujar a que todos despertemos y busquemos el Reino de Dios. «Porque, no podemos quedarnos impávido y pasivo ante la elección entre lo honesto o deshonesto; entre la fidelidad o infidelidad; entre egoísmo o altruismo o entre el bien y el mal. No se puede oscilar entre el uno y el otro, porque se mueven en lógicas distintas y contrastantes (18-09-2016- Papa Francisco)»