domingo, 14 de julio de 2024

APOYADOS EN LA CONFIANZA Y PALABRA DEL SEÑOR

Esa es la clave, confiar en el Señor y, en consecuencia, desposeernos de todas nuestras seguridades. Es evidente que, considerado desde la óptica del mundo, parece un disparate. Hoy que todo lo aseguramos y hasta nos encerramos en casas con alarmas de seguridad, escuchar estas palabras de Jesús nos deja fuera de lugar. Y realmente, nos cuesta entender y seguir eso que el Señor parece exigirnos.

Sin embargo, hay que pedir luz y abrirnos al Espíritu Santo para entender realmente el espíritu de lo que el Señor nos dice. Porque, no es tanto el lanzarnos a la aventura y al vacío cuanto a confiar y ponernos en manos del Señor. Es evidente que si queremos comer hay que buscar y preparar la comida. No entendamos que con los brazos cruzados la comida nos viene del cielo. Pero, una cosa es apoyarnos en nosotros y contar con nuestras fuerzas, y otra cosa es poner todas nuestras esperanzas y fuerzas en la asistencia y auxilio del Espíritu Santo.

Una cosa es llenarnos de seguridades, poder y riquezas, y otra muy diferente poner nuestra seguridad en el Señor y utilizar todos nuestros medios – poder y riqueza – para provecho y servicio de los verdaderamente necesitados. Una cosa es vivir apoyados en nuestras seguridades, y otra muy diferente saber que todo depende y está en manos del Señor, y, precisamente en Él, poner todas nuestras esperanzas.

Una cosa es creer que soy yo quien logro hacer las cosas, y otra muy diferente es saber, confiar y creer que es desde el Señor de donde viene mi fuerza, mi resistencia, mi saber y todo mi hacer. Y, por supuesto, lo verdaderamente importante y lo que el Señor nos dice: Relativicemos nuestras planificaciones  y pongamos todos nuestros proyectos, futuro y esperanzas en manos de Dios, nuestro Padre.