miércoles, 19 de diciembre de 2018

TÚ, SEÑOR, TIENES PALABRA DE VIDA ETERNA

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Lc 1,5-25
Todo en Ti, Señor, se cumple y, de ello, nos has dejado muchas pruebas y testimonios de los que lo han visto con sus propios ojos. Ciegos, paralíticos, tullidos, enfermos, muertos...etc, han dejado testimonio de tu poder y bondad. Pero, igual que muchos que lo han presenciado no han abierto sus ojos, también a nosotros nos cuesta abrirlos.

Zacarías, el protagonista del Evangelio de hoy y padre de Juan el Bautista dudó de la Palabra del Ángel Gabriel y quedó mudo. Otra prueba de la presencia y el poder del Señor. Sin embargo, perseveró en su paciencia y creyó. El signo de su fe fue su sí a la conformidad del nombre de su hijo: "Juan será su nombre". 

¿Qué nos ocurre a nosotros? ¿Perseveramos en nuestras peticiones y creemos en el poder de Dios? Posiblemente, como a Zacarías, hemos tenido nuestras llamadas y signos a los que no hemos hecho caso. Quizás, hemos estado en algún cursillo o ejercicio espiritual y hemos mirado para otro lado. Quizás, no hemos abierto la puerta de nuestro corazón al Espíritu Santo y le hemos despedido. Posiblemente haya muchos quizás en nuestras vidas, pero, ¿estamos atento a la escucha de la Palabra de Dios?

Es posible que queramos situarnos en nuestra vida sin contar con Dios, pero, a pesar de que , en principio experimentemos que nos sale bien, al final el dolor y el sufrimiento llega. Y cuando llega necesitamos la presencia del Señor, porque sólo en Él encontraremos soluciones a nuestros problemas. Soluciones que no pasa porque todo se resuelva, pero sí por aceptar el dolor en paz y con esperanza.

No podemos vivir una vida desencarnada de la presencia de Dios. No podemos separar los momentos que estamos en el templo de los momentos que estamos en la familia, en la calle o con los amigos. Siempre está Dios con nosotros y su presencia nos da paz, esperanza y orientación por el camino que debemos recorrer. Sepamos que Dios nos escucha como a Zacarías y también nos responde aunque nosotros no le entendamos.