Mt 6, 7-15 |
El
Padrenuestro es la oración que Jesús nos enseña, y es la oración por
antonomasia que nos pone, tal y como hizo Jesús, en relación con nuestro Padre.
Jesús viene y vive en relación íntima con su Padre. Su misión es hacer la
Voluntad del Padre, y es eso lo que nos enseña con sus obras y Vida.
—¡Es
la oración más perfecta, más simple y más plena que podamos hacer! – exclamó Manuel
entusiasmado.
—Y
la más completa, añadió Pedro.
—Nos
relaciona con el Padre directamente, alabándolo y santificándolo. Pidiendo que
venga su Reino y que se haga su Voluntad, tanto aquí en este mundo como en el
Cielo.
—Sí,
pero además —interrumpió Pedro— nos enseña a pedir lo que realmente necesitamos,
a perdonar tal y como somos perdonados y a cuidarnos de apartarnos de los malos
ambientes que nos pueden arrastrar a caer en las tentaciones y pecados.
—Evidentemente,
es una oración sencilla pero muy completa —agregó Manuel— y al alcance de
todos. Y nos señala muy claramente el verdadero camino: seremos bendecidos si
somos capaces de perdonar, incluso a los enemigos, tal y como nuestro Padre
Dios nos perdona a nosotros.
Flotaba
en el ambiente la alegría de sabernos amados y perdonados por nuestro Padre
Dios. Jesús, nuestro Señor, nos había dado la oración –el salvoconducto- para
entrar por la puerta que nos lleva al cielo. Y Manuel y Pedro, por la acción
del Espíritu Santo, habían entendido que no hay mejor oración.