martes, 8 de enero de 2019

CUERPO Y ESPÍRITU

Resultado de imagen de Mc 6, 34-44
El ser humano necesita alimento que sostenga su cuerpo. Son necesidades materiales imprescindibles para vivir, pero, el hombre no sólo se compone de materia, también es espíritu, y de la misma forma tiene necesidad de alimentarse espiritualmente. Jesús observa al gentío que le sigue y le busca. Posiblemente, están más interesado en lo material que lo espiritual. Y Jesús, a pesar de darse cuenta, les atiende, les cura sus dolencias y enfermedades y les enseña y anuncia el amor de su Padre Dios.

Pero, también observa sus necesidades y sabe que las necesitan. En la enseñanza sucede que el tiempo pasa y no nos damos cuenta. Es posible que nos haya pasado eso alguna vez a nosotros también. Y al caer la tarde el gentío tiene hambre. Son muchos y los apóstoles se preguntan, ¿qué hacer? Y Jesús les propone que les den de comer. La dificultad es insalvable para el hombre, pero nunca para Dios.

Quizás, Jesús quiso ver nuestra actitud y nuestra generosidad. Quizás, quería ver nuestra disponibilidad y nuestra entrega a entregar y compartir lo que teníamos. Sabía de nuestras limitaciones y dificultades y, también, de nuestras preocupaciones a la hora de compartir. Quizás, quiso hacernos ver nuestra poca fe y nuestro pobre compromiso. De cualquier forma, Él sabía lo que iba a hacer.

Y leemos en el Evangelio: 
«¿Cuántos panes tenéis? Id a verlo». Y habiéndolo visto, dicen: «Cinco, y dos peces». Entonces les mandó que se acomodaran todos por grupos de comensales sobre la hierba verde. Y se sentaron en grupos de ciento y de cincuenta. Y tomando los cinco panes y los dos peces y levantando los ojos al cielo, bendijo, partió los panes y los dio a sus discípulos para que los distribuyesen; también partió los dos peces para todos. Y comieron todos hasta que quedaron satisfechos. Y recogieron doce cestas llenas de los trozos que sobraron de los panes y de los peces.

Nuestra conclusión es reflexionar sobre nuestra pobre fe y pedirle al Señor, ya que no depende de nosotros, que nos la aumente y nos la fortalezca hasta el compromiso de entregarnos plenamente.