sábado, 5 de octubre de 2024

PEDIR Y DAR LAS GRACIAS

No sólo experimentamos la necesidad de pedir sino que, sabiéndolo nuestro Padre Dios, que nos conoce profundamente, nos lo dice: Del santo Evangelio según san Mateo 7, 7-12 En aquel tiempo dijo Jesús: «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al llama, se le abrirá. ¿O hay acaso alguno entre …

Desde muy temprano, ya desde bebé, aunque no lo pidamos de palabra, sí, nuestros padres, lo descubren y lo interpretan. Y nos satisfacen todas nuestras necesidades. Ya, algo creciditos no cesamos de pedir, y de recibir por parte de nuestros padres todo lo que vamos necesitando para nuestro desarrollo. Pero, así y todo, siempre tenemos necesidades, y algunas de las que nadie puede dárnosla. Sólo nuestro Padre Dios.

Y nuestro Padre Dios que conoce y sabe de esas necesidades nos tiende la mano para que las pidamos. Y nos lo promete tal y como ya hemos leído en el Evangelio de hoy. Pero, una cosa es leerlo y otra cosa muy diferente creerlo. Si nuestros padres de aquí abajo nos han dado todo lo que necesitábamos, o al menos todo lo que ellos han podido, ¿cómo no nos va a dar todo lo necesario para ser eternamente felices nuestro Padre y Creador?

Por tanto, pidamos primero que nuestro corazón se ablande, sea un corazón suave, bueno, llenos de sabiduría, fortaleza, humildad y paz. Y demos gracias por tanto dones recibidos. Porque, de ser así estaremos llenos de verdadero amor misericordioso y, según recibimos, también daremos. Y todo de forma gratuita, tal y como lo hemos recibido.