sábado, 2 de septiembre de 2023

¿ESTÁS NEGOCIANDO TUS TALENTOS?

A lo largo de nuestra vida tenemos oportunidades que nos ayudan a descubrir nuestros talentos. Simultáneamente descubrimos que eso que hacemos más o menos bien va en sintonía con nuestra vocación. De alguna manera descubrir nuestra vocación creo que van en correspondencia con nuestras habilidades o talentos. Y es eso precisamente lo que debemos explotar y ofrecer de forma gratuita, entiéndase servicialmente, a los demás.

Hacer bien nuestro trabajo empleando generosamente nuestras habilidades y talentos para el bien de todos es lo normal y lo que, grabado en nuestro corazón, entendemos que debe ser. De forma que esconderlos, reservarlos para mí provecho y comodidad se convierte en un delito. Delito que la sociedad no ve ni imputa, pero pecado que nuestro Padre Dios, quien te ha dado esos talentos, si ve y no le parece bien.

La parábola que acabamos de leer nos lo deja muy claro. Posiblemente, si eres de la actitud del último, ten mucho cuidado porque detrás de tu comodidad y negligencia no hay nada bueno. Al final eso te pasará una factura muy cara y dura.

Es de sentido común poner todo lo recibido al servicio de los demás. Sobre todo de aquellos que lo necesitan. Eso está escrito a fuego en nuestros corazones y no hacerle caso o mirar para otro lado, será más cómodo y aparentemente más gustoso, pero interiormente más perjudicial y dañino. Porque al final lo que nos gusta es hacer el bien y amar. Para eso hemos sido creados y es ahí donde se esconde nuestra verdadera y plena felicidad.