lunes, 23 de octubre de 2023

¿TE HAS PREGUNTADO POR EL FIN DE LAS COSAS QUE POSEES?

Tener y poseer bienes y talentos valen de poco cuando tus intenciones están en poseerla egoístamente y enterrarlas en tu corazón. Las advertencias de Jesús en – Mateo 6, 25-34 o Lucas 14, 28-33 – nos dejan bien claro como piensa Jesús al respecto y cual deben ser nuestras intenciones.

Todo lo que no sea compartir y poner a disposición del bien de los demás, sobre todo de los más necesitados, es perder el tiempo. Porque nada vale la eternidad sino aquello que por amor se pone gratuitamente en favor de los que lo necesitan. Por tanto, todo lo que tienes, ya sean talentos, conocimientos o bienes materiales debes saber que te ha sido dado para que lo compartas sensatamente en bien de aquellos que realmente lo necesitan.

Todo lo que tienes se hace oro y tiene valor en la medida que lo dedicas a mejorar y beneficiar las carencias de otros que lo necesitan. Eso es realmente amar, y amar con misericordia, a pesar de que no creamos que muchos lo merecen. ¿Acaso lo merecemos nosotros?

Pensemos que todo nos ha sido dado gratuitamente y sin ningún merecimiento por nuestra lado. Por mucho que nos esforcemos nunca seremos dignos de merecer nada. Menos aún la salvación eterna. Nunca nuestras obras tendrán dignidad y valor para merecer el perdón y la Misericordia Infinita de nuestro Padre Dios. Nos la da gratis porque su Amor Misericordioso es Infinito. Nunca lo podremos entender ni tampoco merecer por muchas obras buenas y hermosas que hagamos. Todo es Gracia, gratuidad y Amor Misericordioso de nuestro Padre Dios.