domingo, 8 de julio de 2012

LO DE CASA VALE POCO

bibliadenavarra.blogspot.com
 - Nadie es profeta en su tierra (Mc 6,1-6)

Es algo que está anunciado, y que solemos oír con mucha frecuencia: "Nadie es profeta en su casa". Y es que todo lo cercano, lo conocido, lo que está y vive entre nosotros lo consideramos como algo normal, rutinario, y no nos asombra ni nos impacta.

Es más, nos escandaliza que se le de tanta importancia. Nos resulta difícil darle valor, y aunque lo tiene, tratamos de disminuirlo y empequeñecerlo. Nos parece que por pertenecer a nuestro pueblo, a nuestras propias circunstancias y conocidos, sus actos y palabras no tienen tanto crédito.

Ocurre que cuando pasamos por una calle de nuestro pueblo, cercana a nuestro domicilio, tantas veces y con mucha frecuencia, no advertimos las peculiaridades de esa calle. No apreciamos sus balcones, flores, edificios o lo que tenga. Posiblemente no gozamos de sus aspectos notables o sus relevantes diferencias que la hacen una calle admirable.

Advertidos de tal indiferencia, observamos que no sabemos ni el nombre. Es una calle de nuestro barrio, de nuestra ciudad, no tiene gran importancia. Pero llegado alguien de fuera, queda maravillado de la hermosura de cosas que presenta esa calle. Y es que lo nuestro nos resulta difícil de valorar.

Jesús sufrió esa experiencia, y creo que muchos de nosotros lo saben por sí mismos. Las cosas que hagamos tendrán más importancia y valor fuera que dentro de nuestra casa. Lo digo por propia experiencia.