sábado, 12 de octubre de 2019

VÍNCULOS DE SANGRE

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Lc 11,27-28
Los vínculos de sangre unen a las personas en familias y grupos. Incluso, hay vínculos de raza, de ideas y pensamientos, de ideologías y todo aquello que les identifica y les agrupa. Pero, al mismo tiempo, esos vínculos excluyen también a aquellos que no son de la misma sangre, o piensan diferente, o pertenecen a otra ras, pensamiento o ideología. Los vínculos unen pero también excluyen. Dicho en otras palabras, los vínculos de cualquier tipo no son lo suficiente fuertes para mantener unidas a las personas y tienden a individualizarlas en grupos, familias y etnias diferentes y hasta enfrentadas.

Posiblemente, ahí se esconde la respuesta de Jesús a esa mujer que le dijo: «¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!» A lo que Jesús respondió: «Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan».

Y es que la Palabra de Dios viene a unir y a establece la misma dignidad de hijos de Dios en todos, sin distinción de ninguna clase. Para Dios todos son sus hijos por encima de los vínculos de sangre, de familias, de razas, de etnias, de ideologías...etc. Dios, nuestro Padre, no excluye a nadie. Precisamente, sus preferidos son los excluidos, los pobres, los marginados, los que no cuenta y los que no parecen importantes ni significativo para nadie. Por ellos empieza su Reino y, sin excluir a nadie, está abierto a todos, a ricos y pobres.

Nos propone estar unidos, como el Padre y Él lo están. Por eso, Jesús prioriza la escucha y el cumplimiento de la Palabra ante que cualquier clase de vínculo, incluido el de sangre. Y en sus Palabras se esconden el más hermoso de los piropos a su Madre, porque en ella se cumple lo que Jesús dice. Es ella la primera que se humilla y abre su corazón al Plan de Dios ofreciéndose como la esclava del Señor para que se haga su Voluntad. Es la bienaventurada por excelencia.

Pero, ¿qué ocurrirá ahora en nuestra vida? Posiblemente, estaremos de acuerdo con Jesús, pero, ¿quiere significar eso que cambiará nuestra actitud en cuento se refiere a escuchar la Palabra y esforzarnos en cumplirla? Porque, esa es la cuestión y la conclusión que nos demanda esta reflexión. Puede suceder que la leamos, incluso que la reflexiónemos, pero, si no es para llevarla a nuestra vida y cumplirla no seremos bienaventurados como ha dicho el Señor a aquella mujer.