miércoles, 5 de marzo de 2025

SIN LUCIMIENTO NI ASPAVIENTO

Tus actos de servicio que sean por amor y no para que te vean, lucirte o buscar recompensa. Dios, tu Padre lo ve todo, incluso lo que hagas en secreto o tratando de esconderte. Tú, busca vivir en el amor sin condiciones mostrándote servicial y generoso en lo secreto, sin lucimiento ni aspaviento. De buscar lucirte y que te vean perderás tu recompensa en el Cielo, pues ya has sido pagado en la tierra.

Tu amor debe buscar el servicio, la bondad y la misericordia sin condiciones y sin lucimiento. Sólo amor como el que recibes de tu Padre Dios. Precisamente, el tiempo de Cuaresma nos invita a eso, a seguir a Jesús en su camino de ascenso hacia Jerusalén. Próxima parada la Pascua, sin multitudes, ni acompañamientos. Jesús en su subida se va quedando sólo hasta el extremo que llegada su hora y su Pasión, sólo su Madre, algunas mujeres y Juan, el discípulo amado le acompañan en la cruz.

Al recibir la ceniza, en la misa del miércoles, llamado miércoles de ceniza precisamente por eso, nos comprometemos a seguir a Jesús, a experimentarnos solidarios con Él, y, arrepentidos, caminar hacia nuestra conversión a una vida nueva según nos propone el Evangelio. Y, precisamente, en ayuda a este esfuerzo y camino, la Iglesia nos propone tres actitudes que darán fuerza a nuestra conversión: limosna, oración y ayuno. Nos ayudarán a salir de nosotros mismos y a sentirnos libres configurando nuestro sentir interior con Jesús en su Pascua de Resurrección.