domingo, 26 de febrero de 2023

BUSCA TUS RESPUESTAS EN TUS PROPIOS DESIERTOS

Los interrogantes surgen en los momentos de riesgos, de desiertos y de confrontaciones. La vida se complica cuando demanda respuestas que exigen tomar decisiones. Y el desierto es el lugar donde realmente hay y tienes que tomarlas.

Jesús pasó por el desierto y no se atrevió a ir solo. Se puso en manos del Espíritu de Santo y se dejó guiar por Él. Sabía el por qué de su encarnación en Naturaleza humana y la misión que su Padre le había encargado. Sabía que, asumida su naturaleza humana como la de cualquier hombre, su experiencia y sus circunstancias tendrían que someterse a esa naturaleza humana. Aún sin pecado, asumió el pecado de todos y vivió la experiencia de su propio desierto.

Y a cada uno de nosotros, a pesar de que muchos querrán esconderse, les sucederá lo mismo. Tendrán sus propias experiencias de desierto y los momentos de tomar decisiones que serán fundamentales para alcanzar lo que buscan. Porque, todos buscamos lo mismo: felicidad eterna. El desierto, pues, marcará el camino hacia la salvación o la perdición. Tienes la oportunidad de elegir entre la vida o la muerte y el desierto te dará esa oportunidad de elegir.

Tratar de arreglarte por ti mismo y discernir sobre lo que está bien o mal – árbol del bien y del mal – es la equivocación y tontería más grande que puedas hacer. El hombre siempre será imperfecto y sus decisiones siempre estarán sometidas al error y la imperfección. Tus pasos por tus propios desiertos siempre serán torpes, erróneos e imperfectos. Solo acompañado y en manos del Espíritu Santo podrás salir victorioso y elegir el camino correcto que te ayude a salir del desierto. ¡Piénsatelo! Tú tienes la palabra.