lunes, 10 de agosto de 2020

RENUNCIAR, OLVIDARTE O MORIR A TI MISMO

Pin en La palabra de dios
Por estos tres caminos llegas al encuentro con Dios: Renunciar, olvidarte y morir a ti mismo. Porque, cuando renuncias a ti estás poniendo, antes, a los demás, pues, ¿qué significa renunciar? La renuncia contiene una privación y eso siempre lleva consigo privarte, valga la redundancia, de algo bueno, pues de lo malo ya de por sí tratas de renuncias instintivamente. Y en el acto de renunciar estás olvidándote de ti y priorizando el bien de los demás. 

Porque, en sentido contrario, cuando tratas, escondiendo en la falsa renuncia u olvido, de engañar y buscar tu interés, no estás renunciando sino falseando esa aparente y falsa renuncia. Por tanto, la verdadera renuncia sale a flote tarde o temprano. Y no olvides que, hagas lo que hagas en verdad o mentira, Dios te está viendo.

Y esa renuncia y olvido de ti mismo te llevan a la muerte de este mundo. Una muerte, que no siendo física es muerte al egoísmo. A un egoísmo humano que trata de evitar que tu siembra sea fructífera y que se mire más a sí misma que preocuparse por los demás. Por eso, lo verdaderamente importante es no mirar para tus adentro ni para ti mismo. Tu referencia y la mía tienen que ser Xto. Jesús. Él es el Camino, la Verdad y la Vida y para eso fue enviado, para guiarnos y darnos testimonio de la Verdad.

Él entrega su Vida y muere por ti y por mí. Él se olvida de sí mismo y se entrega por todos, amigos y enemigos. Su Vida se puede resumir en una renuncia, olvido y entrega de muerte para nuestra salvación. Su tarjeta de visita es el amor y la misericordia, que nos ofrece como regalo de salvación de parte de su Padre. Por lo tanto, sigamos el camino señalado por Jesús teniéndolo a Él como referencia y poniendo la mirada fija en Él.