domingo, 4 de julio de 2021

LO DE CASA PARECE QUE NO TIENE MUCHO VALOR

 

La experiencia nos dice que lo propio, lo de casa se desvalora y se le quita importancia. Por regla general, solo los que tiran a puerta se arriesgan a fallar. De la misma forma, quienes proponen son los que reciben rechazo. Sobre todo si lo propuesto se ajusta a la verdad, al sentido común y es el bien. ¿Por qué ocurre esto? Precisamente porque, cuando la Verdad no coincide con mi verdad, me estorba y trato de adaptarla y acomodarla a mi interés. Entonces, la rechazo.

Esa es la historia de los Profetas. Han sido rechazados porque lo que decían no se ajustaba a, los que escuchaban, querían oír. Luego, los rechazaban, desprestigiándolos y desvalorando sus profecías. Jesús también fue rechazado en y por su propio pueblo y desvalorado y desprestigIado como el hijo del humilde carpintero José. Tanto fue su rechazo que le condenaron a morir crucificado.

A lo largo de la historia ha sucedido lo mismo con todos los que han seguido a Jesús. Fundamentalmente, su Iglesia es perseguida hasta sentirse amenazada de muerte. En algunos lugares hay una guerra frÍa, incruenta pero con una gran amenaza a la familia - iglesia domestica - y en otros lugares la amenaza es cruenta y exterminadora - Congo, Mozambique, Nigeria...etc -. La Buena Noticia que Jesús nos trajo y nos trae cada día en la presencia real del Espíritu Santo, que nos asiste y acompaña en todo bautizado, sigue adelante superando todas esas dificultades con y por el Amor.

Porque, el triunfo de Jesús fue la entrega de su Vida en la Cruz. Cruz que, desde ese momento, se convierte en el signo del triunfo del Amor. Por Amor hemos sido creados, y por Amor somos salvados. Ese amor que, quieras o no, palmita en nuestros corazones y es la prueba y la llama que enciende la fe en nuestro corazón.