martes, 25 de junio de 2024

LA GRACIA ES TODO MENOS BARATA

Desde el minuto cero el cristianismo se manifiesta tal y como es, y su seguimiento conlleva costes notables. A nadie se le esconde su dureza y dificultad. Detrás de cada santo hay un rosario de sacrificios, incomprensiones y de muertes cruentas. La historia da testimonio y la Palabra de Dios no deja lugar a dudas.

La Gracia es todo menso barata. Eso sí, injertado en el Espíritu Santo y abierto a su acción, el camino se soporta, se combate y se vence. Ejemplos muchos y enseñanza una, Nuestro Señor Jesús: encarnado en Naturaleza Humana, siendo de condición Divina, no hizo ostentación de ello, sino que despojado de su grandeza, pasó por todos y cada uno de esas experiencia de seducción y tentación venciendo en todas al pecado. Precisamente, Él es nuestro Camino, Verdad y Vida.

La puerta que nos apetece y nos gusta es la ancha, la espaciosa, donde las dificultades son fáciles de superar y las apetencias de satisfacer. Donde el camino se hace cómodo y la vida, en principio, aparentemente fácil. Sin embargo, como veíamos el domingo, la tormenta llega tarde o temprano, y la realidad de la vida se presenta sin apenas darnos cuenta.

Sin embargo, la puerta estrecha, que ni queremos ver, es la que nos salva y nos esconde el camino que afanosamente buscamos. Esa es la puerta por la que debemos entrar y descubrir, porque es en ella donde realmente está esa felicidad, paz y amor que nos inunda de gozo y felicidad. Es la puerta estrecha la que nos lleva a un encuentro gozoso con nuestro Padre Dios.